miércoles, 20 de mayo de 2009

Capítulo III "Esa estrella era mi lujo..."

Con la certeza de que lo transitorio se les impone y que las partidas son su lugar común, los intrépidos aventureros se largan nuevamente a la ruta. Rumbo norte, destino sur. "Los sueños no se postergan", -imponen al unísono en su hogar-biblioteca. El paso es lento, pero firme. La seguridad de saber que uno está haciendo lo que desea y que en ese deseo se pone en juego las convicciones y los principios inclaudicables, hacen de sus itinerarios más que un VIAJE...

Luego de unos 5 días exitosos en la ciudad de Punta del Este que les permitió renovar sus "grandes" arcas, se encaminaron hacia la ciudad de La Paloma, sin antes dejar de pasar por la ciudad de Maldonado para gastar mas de la mitad de lo ganado en una nueva batería averiada para su "tan" moderna computadora de abordo...



Dicen que el lugar donde más se hallan es ahí, en la carretera... Ahí encuentran el reparo del sonido y el roncar de su entrañable compañera VW que los va llevando, y sumergidos en sus propios sueños, van sumando km. y con ello vivencias; y sin darse cuenta van concretando aquello de "redescubrir amerika latina..."
"Lo importante no es llegar, lo importante es el CAMINO...", no? (¿Dónde escuché eso antes?)



La ciudad de La Paloma los recibió con su mejor talante, trayéndole recuerdos al joven profesor de sus veraneos adolescentes, donde la vida era otra y el futuro incierto. Martina asevera que a cada rato su compañero le hacía recordar tiempos remotos y rincones inolvidables donde antaño sus dos sobrinos moraban todavía en la panza de su madre paséandose por las cálidas playas de La Aguada y La balconada... La tarde los sorprendió en el puertito de pescadores, presagiando una posible y primera tormenta en su corto recorrido...


Ambos exploraron la ciudad y coincidían en lo maravilloso de la transfiguración de un balneario colmado en verano y desértico en invierno, donde las casas, selladas como tumbas, devuelven una imagen melancólica....
"-Bueno me parece que en este capítulo tendré que escribir yo, te estás poniendo muuuuuy profundo y aburrísssssss, vos no entendés nada-me interrumpió el arrogante "escritorzuelo"- "Vos no entendés, los lectores necesitan acción, no detalles, que el relato se mueva, frases cortas, episodios, etc."-finalizó contundente.
"-Ya está?, terminaste? Vos no entendés nada, te pensás que porque el "señorcito " estudio LETRAS sabe de escrituras....bahhhh, vamos, hombre, si ni siquiera podés escribir bien murciélago todavía...."-repliqué contundente.
Silencio estampa. Disculpen queridos lectores, pero a veces pasa hasta en las mejores familias...
Caminaron y caminaron. Por primera vez se encontraban tanto tiempo solos y sin ningún tipo de contacto previo o alguna ayuda. Martín se perdía en divagaciones y jugaba a convertirse en el melancólico Chico Ostra, creación del famoso director de cine Tim Burton.
El libro en cuestión se llama La melancólica muerte del Chico Ostra, y la historia más interesante, y triste, es la del Chico Ostra, cuyos padres se declaran en la costa del mar. El pobre Carlo huele a pescado, sufre el rechazo de los chicos del barrio y se pasa las horas mirando cómo el agua se arremolina en la alcantarilla. Carlo es finalmente devorado por su padre y enterrado en la playa. Pero nadie podrá recordarlo porque las olas borran todas las huellas de su salada existencia.
Perdón, pero recuerden que uno de los objetivos del viaje de estos dos muchachos es "fomentar e incentivar el placer de la lectura".



Ante tales cavilaciones del joven profesor, Martina pensaba a su vez, para sus adentros, "-Dónde vamos a dormir hoy? Qué vamos a comer? Este se piensa que de Literatura vive el hombre... Hay, Dios Armando..., cuando volveré a tener mi Pantene....?" Las preocupaciones terrenales los bajaban a tierra y además enpezaba a nublarse.....



Reunidos ambos nuevamente, acordaron que se dejarían llevar y que sólo les quedaba el disfrute. Consultando con la verdadera protagonista de esta historia, sin medir mas propuestas, la kombi les propuso de ahora en más, dejarse llevar por ella... y así fue.
Como quien no cree en el destino y el azar una serie de eventos sucedieron resultando así una nueva cadena de SIGNOS... y aquí van:



"Marrrrrrrr´- gritó como un loco Martín, llamando a su amada- Veniiiií. Mirá bien lo que dice la placa: "Dedicado a Mascaró, el cazador americano, que con sus historias, dejó sus huellas ficticias en estas tierras. A Hroldo Conti." -repuso excitado. "-Te das cuenta que cuando creemos que estamos solos, aparece una señal... Nosotros llevamos una biblioteca y literatura y Mascaró es una novela de literatura argentina, más exactamente del escritor desaparecido Haroldo Conti, donde su personaje, llamado el cazador americano, va conociendo en su periplo por todo el continente, magos, malabaristas, pescadores, y justamente pasa por este lugar... Te das cuenta, ¿no seremos nosotros algunos de esos personajes, que estamos metidos en una novela y lo que creemos que es nuestro viaje, no es más que una historia ficcticia?"- preguntó retóricamente.
"-Uyyyyy vení, me parece que estás afiebrado.... ya estás alucinando nuevamente...Vamos que nos está esperando la Clandestina..."-selló su compañera.

Y hacia allí fueron. Dicen que corto es el amor y largo es el olvido; y la querida kombi, acostumbrándose a su nuevo presente quedó prendada de esa amante inoportuna que se llama...(no, soledad, no, Sabina) la MAR. Sí, femenino y la kombi también. ¿Qué? ¿Al final no somos todos modernos? Esa noche durmieron a orillas del mar, con su constante rugir contra las rocas y relámpagos. El día se hizo noche y la tormenta comenzó. Cocinaron y comieron en la kombi y luego durmieron tranquilos, felices y tan pequeños...





Primer enigma de este episodio: esa esquina denota dos historias mitológicas que se relacionan mucho con el viaje de estos dos jóvenes y su proyecto continental. Esta vez está en juego un auténtico Chivito Canadiense, que está siendo matenido en el frezeer de la kombi y también una duradera yerba Canarias de medio kg. Las respuestas serán recibidas en la casilla de mails amerikaenkombi@gmail.com que luego serán fiscalizadas por el escribano Prato Murphy.
A hacer la tarea queridos lectores...



Como quien dice, aquí mando yo... después de toda una mañana tarde de lluvia copiosa imposibilitando a los maestros concurrir a la escuela de La Paloma, ya que su Biblioteca está arriba y cuando llueve no la pueden abrir, el timonel de esta historia decidido a cambiar la fortuna, y se dirigió a la torre de mando del faro para entablar una suave discusión con Zeus y Neptuno.



Los riesgos eran enormes, ante sí dragones esbeltos y caracoles gigantes le impedían llegar a destino. Los oráculos le tenían preparado un destino funesto, pero así y todo , el capitán de esta barca no se atemorizaba ante terribles presagios.



Martina al contrario era más dialoguista y se entretenía con su inseparable compañera contándose los últimos chismes de "Radio amérika en kombi". Dicen que no hay peor cosa que dos féminas con todo el tiempo del mundo, para acabar con el universo de los "dime y te diré".



La lluvia amainó dejando cicatrices no tan visibles en el valiente profesor:algunos señalan que tuvo que dejar el último alfajor Jorgito que les quedaban en ofrenda a los dioses por haberlo escuchado. Eso sí que no es justo...
De esta forma decididos a conocer la ciudad y a tomar contacto con la escuela, sucedió lo inesperado.
La pequeña gorda quedó paralizada ante terrible situación. Quien antes dominara los mares del sur con su gigantesca presencia, hoy yacía, cadavérica en el asfalto...
La no tan gigantesca kombi se solidarizaba y para sus adentros pensaba en los SIGNOS.
Para quitarle dramatismo, Martín deslizó: "-Ché Mar, quien es más gorda la ballena o la kombi?"
"Yo, Juancito, si no para de llover"-contestó graciosamente Martina.
La Clandestina también sonrió.



En ese vagabundeo por la ciudad, como el destino y la fortuna están de su lado, se cruzaron con un amigo de antaño, (sí, aunque no lo crean) que habían conocido recién comenzado el periplo, en Paysandú. El jefe de Bomberos de La Paloma, Bautista, los invitó a dormir en una de las casas del cuartel ante la inminente lluvia que no los dejaba salir de la camioneta. Esa noche, disfrutaron, después de añares, de un delicioso asado y chorizos al horno. De yapa, Temperley-Italiano en directo por la tele. Mejor no se podía estar. Afuera, llovía.


Obviamente que la gorda no perdió tamaña oportunidad para relacionarse y sacar a relucir sus viejos laureles de famosa y sus amistades internacionales. Dicen sus acompañantes, que por momentos hasta coqueteo con la amarilla y por un instante se olvidó de la MAR.

Al siguiente día, parada la lluvia, los jóvenes docentes se dirigieron a la escuela de Costa Azul, ya que un pequeño alumno, de sólo 8 años, les había escrito un mail, pidiéndoles que pasaran por su escuela. Lamentablemente el niño, Salvador, ya se habá retirado y ante la insitencia de los viajeros ante la posibilidad de hacer un encuentro para la tarde, la directora no se mostró muy interesada. Primera desilusión para los nobles literatos... pero el viaje sabe de estas cosas y la vida también y eso también es un aprendizaje... Porqué pensar y tener la arrogancia de creer que a todo el mundo le interesará sus proyectos? Este revés forjó mas temple a los maestros y decidieron instantaneamente dirigirse a otra escuela...



Ansiosos y apurados, con la sabiduría que sólo los años te la dan, la clandestina consultó a su, ya, amiga Virgen de los Pescadores, y en un intercambio corto pero intenso, el derrotero ya estaba marcado:




La escuela Nº 83 de La Pedrera los recibió con los brazos abiertos y gracias a Diego Armando, los niños tenían en la escuela el horario de establecimiento rural. De 11 hs a 16 hs. La escuela se encuentra por la entrada principal y es pequeña con sólo 40 alumnos, divididos en tres secciones: Jardin y 1ro y 2do.; 3ro. y 4to. y 5to. y 6to.



Los niños disfrutaron como nunca de las lecturas y la sorpresa fue muy grande ya que La Pedrera, fuera de temporada es un pueblito con poquísima gente viviendo. La presencia de una gorda (¿quién?) de todos colores y de dos jóvenes alocados los sacó por un día de sus rutinas cotidianas.


Los chicos leyeron muy concentrados y luego de un primer encuentro se dirigieron todos al comedor a almorzar... Los dos muertos de hambre también fueron asistidos por la solidaridad de la cocinera...




Luego del postre y de un pequeño picadito de fútbol, para bajar la comida, donde jugaron niñas y niños... y Martín...volvió la hora de la lectura y con ella la magia de los relatos y la sorpresa y los misterios de los cuentos.



Pasaron una agradable jornada durante todo el día, que pareció ser muy corta ante tamaña dulzura por parte de la directora y de las maestras. Los niños no querían que partiesen y los invitaron para el otro día. El episodio de Costa Azul, ya era una anécdota más y una mancha más no le hace nada mal al tigre..



Procurando un lugar para dormir esa noche en La Pedrera, las huellas los llevaron hasta un viejo navío que antaño recorría los mares del sur y que ahora reposaba su vieja figura en la estrechez de la costa. Supieron de historias de naufragios y de derrotas, pero el susurro del mar les devolvía esperanzas y un porvenir. Esa noche sí que pasaron frío. Durmieron nuevamente, por exigencias de la kombi, junto al mar. Y el viento era helado. Sopita y a la cama.

El sol de la mañana los recuperó del frío anochecer y después de un desayuno en la playa, se decidieron a retomar los caminos, en dirección Cabo Polonio, sin antes dejar de pasar a saludar a sus nuevos amiguitos escolares para así sí, emprender camino.

Se comenta que el Sr. "Gaby Alvarez" todavía cultivaba sus aires de relacionista y pedía a cuatro voces "Foto, foto, foto, foto" para su próximo calendario veraniego de sungas y peladas, autotitulado "Soy sexy y barrigón...". ¿Quién es más "enorme"? (dedicado a fede y gago)




Ahora bien, quien quiera creer que crea, se le escuchó decir, pero despidiéndose del pueblito, se toparon con un parque de esculturas mirando al mar, y saben ustedes queridos lectores, como se títulaba dicha pieza artística?: "La muerte de Eros". Sin palabras: SIGNOS.




De nuevo en la ruta y hablando entre ellos, recordaban aquella frase que les había escrito una lectora por mail: "Ustedes tienen la palabra como arma, el libro como escudo y espada; y el viaje como CAMINO..." Ambos comenzaban a comprender muchas cosas que antes eran insignificantes. Recorriendo los caminos uno se va topando con mucha gente mágica y parece ser como si todo estuviese digitado. "La gente especial se enuentran, siempre" rebotaba en sus cabezas, frase de hace un tiempo atrás, dicha por una maestra. Tal es así, que cuando ambos, bajaron de la camioneta para tomar unas fotos del arroyo Balizas y sus típicos barquitos de pescadores, instantáneamente se les acercó un guardaparques para felicitarlos por la decisión que habían tomado respecto a su proyecto, ya que él y su familia habían decidido dedicarles sus vidas al cuidado y protección del parque de ombúes milenario, y que sus hijos y los hijos de sus hijos, también lo harían... Salieron de ahí con un nuevo amigo, y reflexionando mucho más que antes.




La dudas siempre se imponen, y los aventureros no serían inmunes a ellas. La pregunta que se hacían era si podían ir o no a Cabo Polonio, ya que como se sabe sólo entran los vehículos 4x4 autorizados, y de esta forma se les complicaba mucho ya que no tendrían ni la biblioteca a mano, ni donde dormir... Recordaron así, una charla que mantuvieron con unos chicos que los pararon por Punta del Este preguntando por el proyecto y contándoles de lo mágica que era la escuelita del Polonio y que tomáramos contacto con ellos si queríamos alguna vez ir...



Acto seguido los perseguidores de sueños se mandaron para la entrada del Polonio para poder averiguar. Es así que llegaron al guardaparques que muy amablemente los atendio y quedó en conseguirles un camión que los llevaría gratuitamente y hablaría con la maestra para avisar. El tema es que era Jueves y esto se podría resolver recién el viernes y nos agarraría el fin de semana. Así que ansiosos por andar y andar acordaron que volverían tal vez el sábado o lunes para tener más tiempo y seguir hasta Balizas...



Al entrar en Valizas, les llamó mucho la atención la leyenda del cartel y lo "encantador" de la pintura. El pueblito originalmente nació con la mixtura del campo y el mar, y los agricultores, antaño, llenos de necesidades tuvieron que empezar a pescar. Así es como se dieron paso por el arroyo homónimo, abriendo caminos de tierra que sólo se podían hacer a pie o en carruajes. Hoy, Valizas, no es tan diferente. Pueblito chiquito de gente humilde y trabajadora, en su mayoría pescadores, que se ven invadidos en los veranos por hordas de turistas que trastocan el paisaje salvaje y encantador de este lugar.



El pueblo sólo posee dos o tres calles trazadas y las demás se van dibujando en tanto y en cuanto se van rodeando de casitas de madera, "rancheríos" como lo llama por allí, sin calles fijas. A la derecha del arroyo se encuentran las últimas dunas que protegen al Polonio separadas por el arroyo que verte sus aguas en el mar. De ahí sale toda la comida de los pobladores.



Al llegar lo primero que hicieron los maestros es dirigirse a la única escuela para hablar con las maestra sobre la posibilidad de visitarlos. Lamentablemente como habían llegado después del mediodía los chicos ya no estaban. Quedaron en que a la mañana siguiente la maestra le avisaría a la directora y que así podrían pasar. "-Y ahora que hacemos?- preguntó Martina, ¿Quién podrá ayudarnos?"-sostuvo. "Yo, el chapulín colorado"-respondió irónicamente su amado- Nada, a vagabundear se ha dicho..."- cerró lacónicamente.
Recorriendo ese paraíso agreste, trastocado por la visita de dos "extraños" en tiempos no turísticos, los aventureros se toparon con un pescador en su lancha y como ustedes ya saben... hacia allí se dirigió obviamente, "Gaby Alvarez". Luego de conversar largo rato, y de asegurarnos que nos había visto al entrar, nos ofreció su casa ya que el se iba a pescar esa tarde hasta el otro día con un amigo a una isla y que no tenía problema en dejarnos la casa. El "Cubija" tal es su apodo, tenía una serie de "vidas" e historias que con el transcurrir de los días nos iríamos enterando...

Y así es queridos lectores, como una vez más el Sr. relaciones públicas, con la excusa de recaudar historias para su futuro libro se salió con las suyas... Sino miren la danza del vientre en homenaje a su heroína Shakira y antonito....




Después de ser acompañados por el "Cubija" a su nueva morada y dejar a la Clandestina para un merecido descanso, los intrépidos viajeros se dedicaron toda la tarde a descubrir los encantos de dicho pueblito. Nuevamente empujado por sus lecturas febriles de caballeros andantes y de valientes aventureros, el Sr. Mondini dejó a su amada para cruzar heroicamente a nado las corrietes sinuosas y peligrosas del arroyo que cortan el paso de las playas, hacia las espectaculares dunas del misterioso Cabo.


Al mejor estilo Indiana Jones, el relacionista se arriesgó ante las negativas de los lugareños de lo peligroso de tan osada hazaña. Tendría una caminata infernal bajo el rayo del sol en las dunas de más de 2 horas, con el peligro de volver con el arroyo ya muy crecido imposibilitando el nuevo cruce."Quien te quita lo bailao...-dicen que aseguró. Y hacia allí fue:

El tiempo deboraba el día y la tarde empezaba a caer. Martina, más que preocupada, se ocupaba por fotografiar las casitas típicas de la zona y vagabundear por sus playas. Dicen que cuando estaba dispuesta a probar el mar, algo en su interior le dictó un ultimatum. Era zona de pescadores y las sirenas no abundan por esas zonas...



Cuenta el profesor, que en su larga caminata le sucedió de todo: ilusionar que las aves le chiflaban y cuando se daba vuelta emitían un sonido como de risa, creer que el mar lo devoraba, llegar a ser comido, literalmente, por una emboscada de lobos marinos, perderse en las dunas y alucinar con ver a Jim Morrinson que lo guiaba... Todo esto y mucho más... Pero recuerden la naturaleza fabuladora de este insigne profesor.



La noche llegaba y ahora sí entendían la leyenda del cartel de bienvenida. Las calles no poseen luz, sólo la luz de las estrellas ilumina las casas y las calles...
"Y vos me iluminás a mí"- sostuvo risueñamente el romántico escritor a su enamorada.
Gracias a su nuevo amigo la noche presentó una velada con hogar prendido y hasta una cazuela donada por el dueño de casa. Los kombinautas escapaban por un rato al invierno que ya llegaba y dejaban a la intemperie a la verdadera protagonsita de esta hstoria. Desalmaos...diría Paturuzú.


"Arriba, a la escuela"-dice que escuchó Martín, a grito pelado de su compañera. Siempre había odiado esa frase y más cuando cortan sueños de asados gigantescos y pizzas voladoras.


La escuelita Nº 61 de Balizas también era muy especial. Chicos acostumbrados a historias de pescadores, eran amantes de los relatos y la presencia de los libros los colmó de alegría todo el día haciendo del día de escuela una jornada muy especial.


Por suerte y después de unas largas estadías en clínicas de rejuvenecimiento volvió a escena el cuarto integrante de esta comedia de locos denominada "Amérika en kombi". Perico se hizo cargo de las lecturas y de las actividades de toda la jornada generando en él después de un tiempo de inactividad un poco de "stress"


La lectura de clásicos cuentos de hadas, de animalitos, y demás hizo deleitar al joven público, mientras que las maestras también disfrutaban de dicha visita.



Loa más grandes se ocupanban personalmente de elegir sus textos y de hacerse a un rincón para meterse de lleno en el maravillosos mundo de la lectura. Luego de un rato, le exigían al joven docente que les leyera, él, con esa cara de loco, algo terrorífico... Mamita si con esa cara ya tenemos suficiente...pobres niños...


Ese día almorzaron con los niños que les prometieron que les enseñarían a pescar de una buena vez por todas, así, en un futuro, no dependerían de la bondad de las escuelas para llenar sus escuálidas barrigas...



Un punto de aclaración que hasta aquí no se ha hecho en ninguno de sus capítulos anteriores: los verdaderos fervientes seguidores de esta historia, además de ustedes, queridos lectores, son los queridos caninos, que sin importar raza ni condición, se aseguran un lugar, siempre que pueden, debajo del querido motor de la Clandestina. Si no fijense este prodigioso perro, llamado ocasionalmente, Sarmiento (vive en la escuela, obviamente)


Al llegar se encontraron con una cruda realidad, aquella valija que creían estanca y que viaja en el portaequipajes con algunas de sus ropas, no lo era tal . Así que después de desarmar todo, armaron una gran feria ameriana o gitaneada (como ustedes deseen llamarla) para secar las ropas.
Esa tarde "El Cubija" vuelto de su estadía en la isla se vio sorprendido felizmente por los nuevos colores de su nueva casa.

Gracias a los designios de la Fortuna, el destino quiso que los maestros no se quedasen aquel día en el Polonio y viniesen rápidamente para Valizas posibilitando de esta forma el encuentro con dicho personaje y ya parte de la "familia nómade" de los jóvenes.

Martín y Martina jugaron a "Diario de motocicleta" y ante dicho chiste recordaban los acontecimientos sucedidos anteriormente por los celos de Clandestina.


"El Cubi" ´les abrió las puertas de su casa y se las dejó literalmente a ellos, sin conocerlos. Esa tarde cuando volvió les contó que lamentablemente había perdido su lancha tan querida por sus pequeños hijos (Aela), debido a que había sido mal amarrada de popa y el viento y las olas la habían destrozado contra las rocas de la isla. Pero "eso no es una pérdida"-dicen que dijo.

Aquí los "cuentacuentos" deciden dar un poco de intimidad a sus amigos, pero a decir verdad el Cubija resultó ser una persona con mil vidas, con muchas tragedias, con mucha plata, sin plata, hijos, mujeres, coleccioista de motos antiguas. Esas personas con las que uno se quedaría a hablar horas y horas; y así lo hicieron. Prepararon una exquisita cena a partir de una fatalidad: una tortuga de mar estaba muerta, ahorcada por ella misma con las redes, así que no había mejor tributo para ella que dignificarla haciendo...milanesas!!!!! La cena fue exquisita, encantadora donde la cerveza y el vino circulaba y se hacía presente un nuevo amigo y personaje de Valizas, si los hay, el Melo, un cantante guitarrero que se ponía a llorar cuando jugaba la celeste. El Melo tiene una parrilla que trabaja solo en verano, pero con la particularidad que no gana un centavo, ya que es tan buen tipo, que siempre termina invitando a los amigos y no tan amigos... Fue una noche de ñeris, de sueños realizados y hazañas, de amores perdidos, de relatos honestos e historias dolorosas, una cena de AMIGOS...




Obviamente la insigne protagonista de esta historia no se perdió la oportunidad de entablar nuevas relaciones y discurrió con la antigua moto de bujías, alternadores y amores perdidos. Dicen que quedaron muy amigas y se prometieron juntas un bañito de aceite y una lavada de cara en un futuro... Colágeno, le dicen, no?





Las eternas despedidas no son lindas, ni dignas de viajeros, y ante esta realidad, los jóvenes huyeron de la casa del "Cubi" para no piantar un lagrimón, como quie dice, sin antes agradecer infinitamente la posibilidad de haberles permitido entrar en su casa y en su vida.

Se despidieron con su nueva frase favorita: "Hasta luego, Cubi, los caminos nos volverán a encontrar..."



El Polonio los esperaba y les daría una sorpresa ante su primer cumplemes de viaje en ese mágico lugar. Al llegar tomaron contacto con los guardaparques que los dejaron muy amablemente dejar a la Clandestina en su casa. Luego de despedirse y de derramar algunas lágrimas, ya que sería la primera vez que la dejarían para marcharse hasta otro lugar, tomaron contacto con un amigo de un contacto de Punta del Este que supestamente los hospedaría gratuitamente ya que en el Cabo todo es demasiado caro... Los gauardaparques le consiguieron una camioneta que los llevara hasta su destino.


Lamentablemente este narrador debe hacer en este punto una defensa de la tan difamada kombi vw, ya que llevados por una moderna 4x4 toda electronica, tracción integral, y no sé cuantos chiches más... la último modelo se rompió y los aventureros debieron procurar sus mochilas cargadas de libros y caminar... "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."-cantaba Martín, cargando a su compañera, que para entonces ya sudaba más que p... (se lo dejo a Billy para que termine). Ante tremenda visión un camión de los que lleva turistas se apiadó de los maestros y los levantó, con el compromiso que luego le leerían un cuentito de "hadas"...


El pueblito los encandiló, ya que nunca habían estado en tan famoso rincón, y así comenzaron su fin de semana de cumplemes, esperando al día lunes para sorprender a los niños de la escuela. El contacto que tenían no respondía a los mensajes y preguntando a los lugareños llegaron a rescatar el lugar donde moraba el famoso Alfonso, alias "Chonga".





Los SIGNOS volvían a marcarles el camino y el nuevo amigo les conseguía la útlima casa de madera (ranchito) que quedaba en el medio del barrio nuevo y elegante de casas blancas y bajas. Erigido como la oveja negra de la familia, resistía a los embates de la civilización y de la prepotencia capitalista, al mejor estilo "la cabaña del tío Tom". El dato que sobresaltó nuevamente a la pareja y que permitió una mirada cómplice es que según los dichos y las fotografías del "Chonga", la misma había servido de refugio al compañero de causa y música Manu Chao en sus visitas al Polonio. Casa de músicos, de surfers y de locos, ahora los abrigaba y los acobijó durante su fin de semana festivo.


Que las brujas no existen, pero que las hay, las hay, nadie lo discute y si de alquimistas se trata, parece ser que ellos se hicieron presentes con sus conjuros. Como una profecía anticipada (relean el capítulo II) el objeto cambió de fisonomía y el príncipe tuvo que ir al rescate para desechar dicho hechizo... Dicen que antes del beso ya famoso, el joven profesor lo pensó muuuuuuucho.... y hacia allí fue correteando a su antigua novia, ahora transformada en un auténtico animal autóctono...



Ahora bien, no se sabe si los deseos de volver a verla no eran tan auténticos o si el maestro no había recordado cepillar sus dientes esa mañana, pero lo que aconteció dejó mudo a todos los pescadores presentes. De una foquita graciosa, despues del beso anticiapado, pasó a transformarse en un pequeño pececito colorido al mejor estilo "Nemo". Si no quieren creer, queridos lectores, fíjense bien, la expresión de asombro de tan insignificante animalito, devenido en docente... Miren bien, no es igual a Martina? En serio?




Luego de unas cuantas cervezas y docenas de historias de pescadores junto a los lugareños, el "famosito" docente se encargó de poner las cosas en su lugar y atraído por las alquimias de los pescadores para capturar sirenas, se encaminó hacia su amada para probar dichos efectos. Dicen que la soberbia del que sabe es peor que la ignorancia del que no sabe y el jovencito, posó triunfal ante su prueba exitosa.



Martina ya recuperada de tan grande desgracia se dedicó a posar ante las cámaras para ver si alguna lesión de su antiguo cuerpo había quedado...


En esas tardes, las dunas fueron de ellos y solamente abstraídos en su universo se dejaron llevar por los mágicos atardeceres del Polonio y por sus inmensa y silenciosas playas sin turistas... Atraídos por ciertos murmullos, llegaron a reconocer unas huellas que les eran familiares y comenzaron a seguir sus marcas...


Una vez más sus sombras se mofaban ante sus narices y ante la inminete partida, dicen que Juan recordó una célebre frase del más grande comediante de todos los tiempos de su país... "Me trajiste a la nena? Traéme a la nena..." La barca partió y sus respectivas sombras desaparecieron en el horizonte lejano en el ondular del gran oceáno atlántico... Sólo les quedaría las esperanzas de tal vez, rescatarlas en las costas de Brasil... y hacia allí tendrían que ir.



La noche llegaba y con ella la segunda luna llena del viaje para festejar juntos y ya lejos de su país su primer mes de viaje a la luz de las velas y al abrigo de las estrellas... Cuentan que después de una cena romántica donde degustaron sopa crema Knor y polenta, en una caminata denominada "nocturno sol", el joven se dedicó toda la noche a caer en lugares comunes para terminar con la ya célebre frase "pide una luna te la bajaré/pideme una estrella te la alcanzaré..." del otrora famoso grupo de música "Adrian y los dados negros". Martina retrucó, conociendo los puntos más débiles de su amado: "Esa estrella era mi lujo..."



Y llegó el día de clases y de sorpresas para los niños de la escuelita del Polonio, y con ello la despedida y un "hasta luego" del nuevo integrante de la "familia nómade" el "Chonga": un eterno surfista que ante una buena ola se le estremece el cuerpo y que con ellas viaja por todos los rincones del planeta...



La escuela del Cabo Polonio es una escuela que sólo tiene luz para ciertos artefactos, gracias a los paneles solares, donde reside la maestra directora a cargo de solamente 7 niños de distintas edades, ya que cuando cumplen los 11 años deben ir a la escuela de Castillos o de Rocha. La sorpresa fue tal, que la maestra no estaba preparada para una visita y estuvo nerviosa y tímida toda la jornada, pero los niños se ocuparon que los libros tomaran su protagonismo y hacia allá fueron...



Durante toda la mañana los deboraron y los apreciaron como si fuesen caramelos y helados de chocolates, pidiendoles a los viajeros que le leyesen "este, no este, no este otro, tambien este" y así toda la mañana...



Lamentablemente sólo la maestra sacó fotos con su cámara en el interior de la escuela ante el temor de una "supuesta" disposición que les prohibía las visitas sin antes pedir permiso y demás cosas que no tienen importancia. Los maestros disfrutaron de la estadía y les dejaron a los niños un centenar de libros de donación para ellos y la escuelita.


Para retirarse del Cabo debían conseguir quie los llevase y ante esta situación Martín oraba y rezaba "Que sea gratis, que sea gratis..." y así fue, no se si dios o Alá pero los ruegos se hicieron concretos y los camiones los devolvieron junto a su tan querida camioneta-casa-biblioteca. La clandestina estaba enmarañada en una eterna discusión con camionetas que la rodeaban, sobre la supuesta mejora o no de los injectores de combustble. La kombi, defensora a ultranzas de los carburadores, no se iba a dejar ganar.




Ante los pedidos de ruego para poder hacerse al camino nuevamente, los viajeros le prometieron unos cuantos litros de Super y de esa forma la pudieron convencer. Ruta nuevamente y destino seguro: Punta del Diablo. La tarde se transformaba rápidamente y dejaría caer sus primeras gotas que no cesarían por 2 días consecutivos en los cuales los niños mimados fueron invitados a un majestuoso Hostel con hogar a leña incluído.






Punta del diablo, sí que estaba desierta y su imagen se deterioraba más con una lluvia que no paraba. Daba ese aspecto melancólico de ciudad balnearia en invierno antes referida.




Allí nuevamente, el sr. "Gaby Alvarez" desplegó sus encantos y escuchó viajes y compartió lugares y amistades con portugueses (fanáticos del Dios argentino), uruguayos, ingleses, australianos, y demás. La lluvia los retuvo dos días de charlas y charlas y solamente pudieron alcanzar unos libritos de donación a la escuelita, sin poder realizar los talleres.






Dicen que al tercer día y leyendo los futuros pronósticos, empacaron sus cosas y se decidieron finalmente a entrar en su segundo país de los 21 que les resta....


Antes de cerrar este capítulo le queremos dedicar, tanto este humilde narrador, como así también los personajes y personas de esta fabulosa aventura un agradecimiento infinito por sus textos a Mario Benedtti que falleció en Montevideo, capital de Uruguay, luego de una enfermedad que lo mantenía con largos períodos de hospitalización. 88 años de una vida plena aunque dura que le hicieron una de las principales voces de la literatura latinoamericana.

A él, el duende, gracias por tantos versos, gracias por tanta vida, gracias por tanto amor.

Quién no habrá robado alguna vez un verso suyo par una carta de amor, o un poema recitado para intentar robar un beso. Desde este pequeño sitio y con una Bilbioteca a cuestas, intentando revitalizar el valor de la palabra quisieramos recordarlo con un poema de él que nos pinta mucho:


Defensa de la alegria:
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas.

la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos.

Defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias.

Defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres.

Defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa.

Defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.


Abrazos y besos viajeros, Próxima estación, ESPERANZA


Pd. Escapen a la desidia y cuídense...


Nos vemos en el próximo capítulo reportándose desde el gigantesco Brasil

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

....vale la pena esperar!!! Capitulo III, me encanto!!! y para variar siempre algun comentario del narrador me hace emocionar hasta las lagrimas jajaja
besos Lu

Anónimo dijo...

Chicos, desde Punta del Diablo, les mando un abrazo gigante! Viva amerikaenkombi!!!
Desde acá,viajamos con ustedes.

...Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren... (Mario)

Mariana

Patry dijo...

Que deleite leer sus aventuras!! Pero.... MILANESAS DE TORTUGAA????!!! :-)