Luego de unos 5 días exitosos en la ciudad de Punta del Este que les permitió renovar sus "grandes" arcas, se encaminaron hacia la ciudad de La Paloma, sin antes dejar de pasar por la ciudad de Maldonado para gastar mas de la mitad de lo ganado en una nueva batería averiada para su "tan" moderna computadora de abordo...
Dicen que el lugar donde más se hallan es ahí, en la carretera... Ahí encuentran el reparo del sonido y el roncar de su entrañable compañera VW que los va llevando, y sumergidos en sus propios sueños, van sumando km. y con ello vivencias; y sin darse cuenta van concretando aquello de "redescubrir amerika latina..."
"Lo importante no es llegar, lo importante es el CAMINO...", no? (¿Dónde escuché eso antes?)
La ciudad de La Paloma los recibió con su mejor talante, trayéndole recuerdos al joven profesor de sus veraneos adolescentes, donde la vida era otra y el futuro incierto. Martina asevera que a cada rato su compañero le hacía recordar tiempos remotos y rincones inolvidables donde antaño sus dos sobrinos moraban todavía en la panza de su madre paséandose por las cálidas playas de La Aguada y La balconada... La tarde los sorprendió en el puertito de pescadores, presagiando una posible y primera tormenta en su corto recorrido...
Ambos exploraron la ciudad y coincidían en lo maravilloso de la transfiguración de un balneario colmado en verano y desértico en invierno, donde las casas, selladas como tumbas, devuelven una imagen melancólica....
"-Bueno me parece que en este capítulo tendré que escribir yo, te estás poniendo muuuuuy profundo y aburrísssssss, vos no entendés nada-me interrumpió el arrogante "escritorzuelo"- "Vos no entendés, los lectores necesitan acción, no detalles, que el relato se mueva, frases cortas, episodios, etc."-finalizó contundente.
"-Ya está?, terminaste? Vos no entendés nada, te pensás que porque el "señorcito " estudio LETRAS sabe de escrituras....bahhhh, vamos, hombre, si ni siquiera podés escribir bien murciélago todavía...."-repliqué contundente.
Silencio estampa. Disculpen queridos lectores, pero a veces pasa hasta en las mejores familias...
Caminaron y caminaron. Por primera vez se encontraban tanto tiempo solos y sin ningún tipo de contacto previo o alguna ayuda. Martín se perdía en divagaciones y jugaba a convertirse en el melancólico Chico Ostra, creación del famoso director de cine Tim Burton.
El libro en cuestión se llama La melancólica muerte del Chico Ostra, y la historia más interesante, y triste, es la del Chico Ostra, cuyos padres se declaran en la costa del mar. El pobre Carlo huele a pescado, sufre el rechazo de los chicos del barrio y se pasa las horas mirando cómo el agua se arremolina en la alcantarilla. Carlo es finalmente devorado por su padre y enterrado en la playa. Pero nadie podrá recordarlo porque las olas borran todas las huellas de su salada existencia.
Perdón, pero recuerden que uno de los objetivos del viaje de estos dos muchachos es "fomentar e incentivar el placer de la lectura".
Ante tales cavilaciones del joven profesor, Martina pensaba a su vez, para sus adentros, "-Dónde vamos a dormir hoy? Qué vamos a comer? Este se piensa que de Literatura vive el hombre... Hay, Dios Armando..., cuando volveré a tener mi Pantene....?" Las preocupaciones terrenales los bajaban a tierra y además enpezaba a nublarse.....
Reunidos ambos nuevamente, acordaron que se dejarían llevar y que sólo les quedaba el disfrute. Consultando con la verdadera protagonista de esta historia, sin medir mas propuestas, la kombi les propuso de ahora en más, dejarse llevar por ella... y así fue.
Como quien no cree en el destino y el azar una serie de eventos sucedieron resultando así una nueva cadena de SIGNOS... y aquí van:
"Marrrrrrrr´- gritó como un loco Martín, llamando a su amada- Veniiiií. Mirá bien lo que dice la placa: "Dedicado a Mascaró, el cazador americano, que con sus historias, dejó sus huellas ficticias en estas tierras. A Hroldo Conti." -repuso excitado. "-Te das cuenta que cuando creemos que estamos solos, aparece una señal... Nosotros llevamos una biblioteca y literatura y Mascaró es una novela de literatura argentina, más exactamente del escritor desaparecido Haroldo Conti, donde su personaje, llamado el cazador americano, va conociendo en su periplo por todo el continente, magos, malabaristas, pescadores, y justamente pasa por este lugar... Te das cuenta, ¿no seremos nosotros algunos de esos personajes, que estamos metidos en una novela y lo que creemos que es nuestro viaje, no es más que una historia ficcticia?"- preguntó retóricamente.
"-Uyyyyy vení, me parece que estás afiebrado.... ya estás alucinando nuevamente...Vamos que nos está esperando la Clandestina..."-selló su compañera.
Y hacia allí fueron. Dicen que corto es el amor y largo es el olvido; y la querida kombi, acostumbrándose a su nuevo presente quedó prendada de esa amante inoportuna que se llama...(no, soledad, no, Sabina) la MAR. Sí, femenino y la kombi también. ¿Qué? ¿Al final no somos todos modernos? Esa noche durmieron a orillas del mar, con su constante rugir contra las rocas y relámpagos. El día se hizo noche y la tormenta comenzó. Cocinaron y comieron en la kombi y luego durmieron tranquilos, felices y tan pequeños...
Primer enigma de este episodio: esa esquina denota dos historias mitológicas que se relacionan mucho con el viaje de estos dos jóvenes y su proyecto continental. Esta vez está en juego un auténtico Chivito Canadiense, que está siendo matenido en el frezeer de la kombi y también una duradera yerba Canarias de medio kg. Las respuestas serán recibidas en la casilla de mails amerikaenkombi@gmail.com que luego serán fiscalizadas por el escribano Prato Murphy.
A hacer la tarea queridos lectores...
Como quien dice, aquí mando yo... después de toda una mañana tarde de lluvia copiosa imposibilitando a los maestros concurrir a la escuela de La Paloma, ya que su Biblioteca está arriba y cuando llueve no la pueden abrir, el timonel de esta historia decidido a cambiar la fortuna, y se dirigió a la torre de mando del faro para entablar una suave discusión con Zeus y Neptuno.
Los riesgos eran enormes, ante sí dragones esbeltos y caracoles gigantes le impedían llegar a destino. Los oráculos le tenían preparado un destino funesto, pero así y todo , el capitán de esta barca no se atemorizaba ante terribles presagios.
Martina al contrario era más dialoguista y se entretenía con su inseparable compañera contándose los últimos chismes de "Radio amérika en kombi". Dicen que no hay peor cosa que dos féminas con todo el tiempo del mundo, para acabar con el universo de los "dime y te diré".
La lluvia amainó dejando cicatrices no tan visibles en el valiente profesor:algunos señalan que tuvo que dejar el último alfajor Jorgito que les quedaban en ofrenda a los dioses por haberlo escuchado. Eso sí que no es justo...
De esta forma decididos a conocer la ciudad y a tomar contacto con la escuela, sucedió lo inesperado.
La pequeña gorda quedó paralizada ante terrible situación. Quien antes dominara los mares del sur con su gigantesca presencia, hoy yacía, cadavérica en el asfalto...
La no tan gigantesca kombi se solidarizaba y para sus adentros pensaba en los SIGNOS.
Para quitarle dramatismo, Martín deslizó: "-Ché Mar, quien es más gorda la ballena o la kombi?"
"Yo, Juancito, si no para de llover"-contestó graciosamente Martina.
La Clandestina también sonrió.
La escuela Nº 83 de La Pedrera los recibió con los brazos abiertos y gracias a Diego Armando, los niños tenían en la escuela el horario de establecimiento rural. De 11 hs a 16 hs. La escuela se encuentra por la entrada principal y es pequeña con sólo 40 alumnos, divididos en tres secciones: Jardin y 1ro y 2do.; 3ro. y 4to. y 5to. y 6to.
Procurando un lugar para dormir esa noche en La Pedrera, las huellas los llevaron hasta un viejo navío que antaño recorría los mares del sur y que ahora reposaba su vieja figura en la estrechez de la costa. Supieron de historias de naufragios y de derrotas, pero el susurro del mar les devolvía esperanzas y un porvenir. Esa noche sí que pasaron frío. Durmieron nuevamente, por exigencias de la kombi, junto al mar. Y el viento era helado. Sopita y a la cama.
Recorriendo ese paraíso agreste, trastocado por la visita de dos "extraños" en tiempos no turísticos, los aventureros se toparon con un pescador en su lancha y como ustedes ya saben... hacia allí se dirigió obviamente, "Gaby Alvarez". Luego de conversar largo rato, y de asegurarnos que nos había visto al entrar, nos ofreció su casa ya que el se iba a pescar esa tarde hasta el otro día con un amigo a una isla y que no tenía problema en dejarnos la casa. El "Cubija" tal es su apodo, tenía una serie de "vidas" e historias que con el transcurrir de los días nos iríamos enterando...
Después de ser acompañados por el "Cubija" a su nueva morada y dejar a la Clandestina para un merecido descanso, los intrépidos viajeros se dedicaron toda la tarde a descubrir los encantos de dicho pueblito. Nuevamente empujado por sus lecturas febriles de caballeros andantes y de valientes aventureros, el Sr. Mondini dejó a su amada para cruzar heroicamente a nado las corrietes sinuosas y peligrosas del arroyo que cortan el paso de las playas, hacia las espectaculares dunas del misterioso Cabo.
El tiempo deboraba el día y la tarde empezaba a caer. Martina, más que preocupada, se ocupaba por fotografiar las casitas típicas de la zona y vagabundear por sus playas. Dicen que cuando estaba dispuesta a probar el mar, algo en su interior le dictó un ultimatum. Era zona de pescadores y las sirenas no abundan por esas zonas...
Cuenta el profesor, que en su larga caminata le sucedió de todo: ilusionar que las aves le chiflaban y cuando se daba vuelta emitían un sonido como de risa, creer que el mar lo devoraba, llegar a ser comido, literalmente, por una emboscada de lobos marinos, perderse en las dunas y alucinar con ver a Jim Morrinson que lo guiaba... Todo esto y mucho más... Pero recuerden la naturaleza fabuladora de este insigne profesor.
Gracias a su nuevo amigo la noche presentó una velada con hogar prendido y hasta una cazuela donada por el dueño de casa. Los kombinautas escapaban por un rato al invierno que ya llegaba y dejaban a la intemperie a la verdadera protagonsita de esta hstoria. Desalmaos...diría Paturuzú.
"Arriba, a la escuela"-dice que escuchó Martín, a grito pelado de su compañera. Siempre había odiado esa frase y más cuando cortan sueños de asados gigantescos y pizzas voladoras.
Por suerte y después de unas largas estadías en clínicas de rejuvenecimiento volvió a escena el cuarto integrante de esta comedia de locos denominada "Amérika en kombi". Perico se hizo cargo de las lecturas y de las actividades de toda la jornada generando en él después de un tiempo de inactividad un poco de "stress"
La lectura de clásicos cuentos de hadas, de animalitos, y demás hizo deleitar al joven público, mientras que las maestras también disfrutaban de dicha visita.
Loa más grandes se ocupanban personalmente de elegir sus textos y de hacerse a un rincón para meterse de lleno en el maravillosos mundo de la lectura. Luego de un rato, le exigían al joven docente que les leyera, él, con esa cara de loco, algo terrorífico... Mamita si con esa cara ya tenemos suficiente...pobres niños...
Ese día almorzaron con los niños que les prometieron que les enseñarían a pescar de una buena vez por todas, así, en un futuro, no dependerían de la bondad de las escuelas para llenar sus escuálidas barrigas...
Un punto de aclaración que hasta aquí no se ha hecho en ninguno de sus capítulos anteriores: los verdaderos fervientes seguidores de esta historia, además de ustedes, queridos lectores, son los queridos caninos, que sin importar raza ni condición, se aseguran un lugar, siempre que pueden, debajo del querido motor de la Clandestina. Si no fijense este prodigioso perro, llamado ocasionalmente, Sarmiento (vive en la escuela, obviamente)
Al llegar se encontraron con una cruda realidad, aquella valija que creían estanca y que viaja en el portaequipajes con algunas de sus ropas, no lo era tal . Así que después de desarmar todo, armaron una gran feria ameriana o gitaneada (como ustedes deseen llamarla) para secar las ropas.
Esa tarde "El Cubija" vuelto de su estadía en la isla se vio sorprendido felizmente por los nuevos colores de su nueva casa.
Lamentablemente este narrador debe hacer en este punto una defensa de la tan difamada kombi vw, ya que llevados por una moderna 4x4 toda electronica, tracción integral, y no sé cuantos chiches más... la último modelo se rompió y los aventureros debieron procurar sus mochilas cargadas de libros y caminar... "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."-cantaba Martín, cargando a su compañera, que para entonces ya sudaba más que p... (se lo dejo a Billy para que termine). Ante tremenda visión un camión de los que lleva turistas se apiadó de los maestros y los levantó, con el compromiso que luego le leerían un cuentito de "hadas"...
Los SIGNOS volvían a marcarles el camino y el nuevo amigo les conseguía la útlima casa de madera (ranchito) que quedaba en el medio del barrio nuevo y elegante de casas blancas y bajas. Erigido como la oveja negra de la familia, resistía a los embates de la civilización y de la prepotencia capitalista, al mejor estilo "la cabaña del tío Tom". El dato que sobresaltó nuevamente a la pareja y que permitió una mirada cómplice es que según los dichos y las fotografías del "Chonga", la misma había servido de refugio al compañero de causa y música Manu Chao en sus visitas al Polonio. Casa de músicos, de surfers y de locos, ahora los abrigaba y los acobijó durante su fin de semana festivo.
Ahora bien, no se sabe si los deseos de volver a verla no eran tan auténticos o si el maestro no había recordado cepillar sus dientes esa mañana, pero lo que aconteció dejó mudo a todos los pescadores presentes. De una foquita graciosa, despues del beso anticiapado, pasó a transformarse en un pequeño pececito colorido al mejor estilo "Nemo". Si no quieren creer, queridos lectores, fíjense bien, la expresión de asombro de tan insignificante animalito, devenido en docente... Miren bien, no es igual a Martina? En serio?
Luego de unas cuantas cervezas y docenas de historias de pescadores junto a los lugareños, el "famosito" docente se encargó de poner las cosas en su lugar y atraído por las alquimias de los pescadores para capturar sirenas, se encaminó hacia su amada para probar dichos efectos. Dicen que la soberbia del que sabe es peor que la ignorancia del que no sabe y el jovencito, posó triunfal ante su prueba exitosa.
Martina ya recuperada de tan grande desgracia se dedicó a posar ante las cámaras para ver si alguna lesión de su antiguo cuerpo había quedado...
En esas tardes, las dunas fueron de ellos y solamente abstraídos en su universo se dejaron llevar por los mágicos atardeceres del Polonio y por sus inmensa y silenciosas playas sin turistas... Atraídos por ciertos murmullos, llegaron a reconocer unas huellas que les eran familiares y comenzaron a seguir sus marcas...
Una vez más sus sombras se mofaban ante sus narices y ante la inminete partida, dicen que Juan recordó una célebre frase del más grande comediante de todos los tiempos de su país... "Me trajiste a la nena? Traéme a la nena..." La barca partió y sus respectivas sombras desaparecieron en el horizonte lejano en el ondular del gran oceáno atlántico... Sólo les quedaría las esperanzas de tal vez, rescatarlas en las costas de Brasil... y hacia allí tendrían que ir.
Y llegó el día de clases y de sorpresas para los niños de la escuelita del Polonio, y con ello la despedida y un "hasta luego" del nuevo integrante de la "familia nómade" el "Chonga": un eterno surfista que ante una buena ola se le estremece el cuerpo y que con ellas viaja por todos los rincones del planeta...
La escuela del Cabo Polonio es una escuela que sólo tiene luz para ciertos artefactos, gracias a los paneles solares, donde reside la maestra directora a cargo de solamente 7 niños de distintas edades, ya que cuando cumplen los 11 años deben ir a la escuela de Castillos o de Rocha. La sorpresa fue tal, que la maestra no estaba preparada para una visita y estuvo nerviosa y tímida toda la jornada, pero los niños se ocuparon que los libros tomaran su protagonismo y hacia allá fueron...
Durante toda la mañana los deboraron y los apreciaron como si fuesen caramelos y helados de chocolates, pidiendoles a los viajeros que le leyesen "este, no este, no este otro, tambien este" y así toda la mañana...
Lamentablemente sólo la maestra sacó fotos con su cámara en el interior de la escuela ante el temor de una "supuesta" disposición que les prohibía las visitas sin antes pedir permiso y demás cosas que no tienen importancia. Los maestros disfrutaron de la estadía y les dejaron a los niños un centenar de libros de donación para ellos y la escuelita.
Para retirarse del Cabo debían conseguir quie los llevase y ante esta situación Martín oraba y rezaba "Que sea gratis, que sea gratis..." y así fue, no se si dios o Alá pero los ruegos se hicieron concretos y los camiones los devolvieron junto a su tan querida camioneta-casa-biblioteca. La clandestina estaba enmarañada en una eterna discusión con camionetas que la rodeaban, sobre la supuesta mejora o no de los injectores de combustble. La kombi, defensora a ultranzas de los carburadores, no se iba a dejar ganar.
Ante los pedidos de ruego para poder hacerse al camino nuevamente, los viajeros le prometieron unos cuantos litros de Super y de esa forma la pudieron convencer. Ruta nuevamente y destino seguro: Punta del Diablo. La tarde se transformaba rápidamente y dejaría caer sus primeras gotas que no cesarían por 2 días consecutivos en los cuales los niños mimados fueron invitados a un majestuoso Hostel con hogar a leña incluído.
Punta del diablo, sí que estaba desierta y su imagen se deterioraba más con una lluvia que no paraba. Daba ese aspecto melancólico de ciudad balnearia en invierno antes referida.
Allí nuevamente, el sr. "Gaby Alvarez" desplegó sus encantos y escuchó viajes y compartió lugares y amistades con portugueses (fanáticos del Dios argentino), uruguayos, ingleses, australianos, y demás. La lluvia los retuvo dos días de charlas y charlas y solamente pudieron alcanzar unos libritos de donación a la escuelita, sin poder realizar los talleres.
Abrazos y besos viajeros, Próxima estación, ESPERANZA
Pd. Escapen a la desidia y cuídense...
Nos vemos en el próximo capítulo reportándose desde el gigantesco Brasil
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3 comentarios:
....vale la pena esperar!!! Capitulo III, me encanto!!! y para variar siempre algun comentario del narrador me hace emocionar hasta las lagrimas jajaja
besos Lu
Chicos, desde Punta del Diablo, les mando un abrazo gigante! Viva amerikaenkombi!!!
Desde acá,viajamos con ustedes.
...Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren... (Mario)
Mariana
Que deleite leer sus aventuras!! Pero.... MILANESAS DE TORTUGAA????!!! :-)
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